Antes de asomar, huele tangente.
Después te humillará, hiere de muerte.
Que todo el mundo se calme y respire.
Haré del murmullo primordial… vendaval.
Breve y equívoco, claro novato.
Muralla de líquido que se cae de inmediato.
Y cuando el polvo se asiente podremos ver
que nadie siguió la corriente, tampoco el río.
Y susúrrame al oído, aunque sea mentira,
que toda la pena lo valió. Por favor…
Seré tan real como quieras entre arrugas y pliegues.
No hay miedo a medrar con sólo mirar y tocar.